My Boat and I
Viktor y su familia
Propietario de un Isla 40
Hace un año conocimos a Viktor, futuro propietario de un Isla 40, un catamarán a bordo del cual piensa vivir con su familia. Viktor nos habló de su pasión por la vela y de las razones por las qué eligió este modelo para sus futuros cruceros. Su proyecto es sencillo: un viaje en familia para descubrir el mundo, donde cada escala será una oportunidad para disfrutar de nuevas experiencias.
Durante el encuentro, Viktor habló también de las razones que le llevaron a elegir el catamarán y de sus expectativas en cuanto al confort y la distribución de su Isla 40. Nos explicó con entusiasmo cómo esta embarcación satisface sus necesidades y las de su familia, ofreciendo tanto confort como practicidad para un estilo de vida agradable a bordo.
¿Una vuelta al mundo en catamarán? ¡El sueño de este propietario!
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Antes de pasarse al catamarán, Viktor empezó navegando en monocascos. Fue propietario de un 34 pies, luego un 41 pies, pero fue tras pasar una semana en un catamarán en Mallorca cuando se dio cuenta de que este tipo de embarcación ofrecía innegables ventajas para navegar en familia. El catamarán combina espacio, comodidad y estabilidad, cualidades esenciales para vivir a bordo mientras se explora el mundo.
Cuando el modelo Isla 40 apareció en el mercado noruego, a Viktor le conquistó de inmediato. Apreció la calidad de construcción, el meticuloso acabado y, sobre todo, el rendimiento a vela que responde a las expectativas de los navegantes más exigentes. Para él, el Isla 40 representa el equilibrio perfecto entre confort, seguridad y navegación. Se refiere en particular al puesto de mando, que ofrece una excelente visibilidad a la vez que permite estar protegido de los elementos, un elemento crucial para una navegación familiar serena y agradable.
Viktor no se precipita: su plan es descubrir el mundo poco a poco, a su ritmo, sin fijarse un calendario demasiado rígido. El Pacífico sigue siendo su destino final, pero antes piensa disfrutar al máximo de cada etapa de su viaje. Su itinerario incluye empezar en el Mediterráneo, navegar a Grecia y Turquía, y luego cruzar el Atlántico para llegar al Caribe. Una travesía del Canal de Panamá podría llevarle incluso a explorar el Pacífico. Pero para Viktor, cada escala será una aventura en sí misma, sin presiones, sólo pendiente de las oportunidades que ofrece el mundo.
Es esencial compartir esta experiencia con su familia. Eligió el Isla 40 no sólo por sus excepcionales prestaciones, sino también por su configuración ideal para la vida a bordo. El barco ofrece espacio suficiente para alojar cómodamente a toda la familia y sus invitados. Viktor también ha planeado acondicionar un camarote de proa para su hija, para que pueda vivir allí cuando crezca. Cada detalle se ha diseñado para que la vida a bordo sea agradable y funcional, creando el espacio ideal para toda la familia.
El proyecto de Viktor y su familia aún está evolucionando, pero ya está claro que su aventura no ha hecho más que empezar. «Se trata de hacer lo que quieres hacer, sin esperar», confiesa Viktor. Con la perspectiva de una vuelta al mundo a bordo de su Isla 40, Viktor y su familia se embarcan en un viaje que los conecta con el mar y los une.
Una vez tomada esta decisión, podrán disfrutar al máximo de esta nueva vida en el mar, con sus descubrimientos, sus encuentros y sus momentos compartidos. Es un proyecto que inspirará a quienes, compartiendo sus historias, sueñan con la libertad y la aventura . El mensaje de Viktor es sencillo: no hay un momento perfecto para empezar, sólo hay que tomar la decisión e ir a por ello.